¿Qué sabes del pecado?

"Errar la marca" sería una traducción exacta de la palabra griega hemarton (ημαρτον), traducida comúnmente como “han pecado o pecaron”. El apóstol Pablo usa este verbo griego en Romanos 3:23: “Por cuanto todos pecaron, y están privados de la gloria de Dios”. “Todos erraron la marca”, esto puede parecer un poco injusto, dado que rara vez pensaríamos que no alcanzando la altura de una meta o norma ello significa haber cometido un pecado. "Errar la marca" no parece ser una gran ofensa, considerando la mayoría de los pecados de los que somos conscientes, especialmente los más severos. Tirar una flecha que no alcanza el objetivo, ¿es pecado? ¿Seriamente?

Reaccionar de tal manera revela mucho sobre nosotros mismos y la condición de nuestros corazones en relación con nuestro Creador.

“Cristo, quien no conoció el pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él”  (2 Corintios 5:21 – ver también Romanos 5:12-21).

El pecado es un concepto que no es bien conocido hoy en día. Todos tienen su opinión al respecto.

Se argumenta, por ejemplo, que se trata de una concepción de la Edad Media, introducida por la religión para asustar a los fieles y mantenerlos bajo presión. Otro dirá que solo concierne a los asesinos, a los ladrones, a los criminales; es decir, a todos los que merecen la cárcel: “¡A mí no me concierne… yo no hago ningún daño, soy buena persona!” Otros dirán que la noción de pecado depende de civilizaciones, culturas y tiempos. Algunos opinan que afortunadamente hoy, en general, no somos tan severos como antes.

Lo importante no es cómo nosotros definimos el pecado, sino cómo Dios lo ve. Esto está demostrado en la Biblia, donde podemos ver cómo Él lo juzga. Pecado es cualquier acción humana que no toma en cuenta la voluntad divina. La Palabra de Dios y el ejemplo de Cristo y Sus palabras, establecen para nosotros lo que verdaderamente es la voluntad de Dios, lo que Él aprueba o, por el contrario, lo que es inaceptable para Él.

Dios es santo, y Él no puede actuar de otra manera sino solo condenando el pecado, aunque algún pecado nos parezca una equivocación insignificante. Sin embargo Él perdona pero únicamente sobre la base de la obra realizada en la cruz por Jesucristo, quien murió en nuestro lugar.

Una condición es necesaria para ser perdonado: Arrepentirte y convertirte, para que tus pecados sean borrados, conforme a Hechos 3:19. La gracia y el perdón de Dios se dan gratuitamente a cualquiera que reconozca que lo necesita y cree en el Señor Jesús, quien de esta manera será ciertamente su Salvador.

Fuente: The Bereean Call y La Buena Semilla; Redacción: VM-Ar 30.4.2019

Para describir con más detalle este proceso de la conversión, la Biblia habla del Nuevo Nacimiento : (Juan 3:1-21) www.lavozdelosmartires.com.ar/JuanCap3.html y de la Nueva Criatura: 

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17):; 
“Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura” (Gálatas 6:15).

El seguidor de Jesucristo también es llamado templo del Espíritu Santo: 
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
 (1Corintios 6:19). 

En conclusión, si no nos hallamos a la altura de estos textos estamos errando el blanco: 
“Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,  mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley”
 (Gal 5:22-23).

Algunos ejemplos donde estamos en peligro de errar el blanco:

Jesús respondió a Nicodemo: 
“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). 

Palabras de Jesucristo: 
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
. (Mat 22:37,39).

“Respondió Jesús, y díjole : El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos á él, y haremos con él morada” (Juan 14:23). 

Jesús, orando por nosotros: 
“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”  (Juan 17:21). (piensa en las discordias entre hermanos)

Uno de los consejos de Pablo: 
Gozaos en el Señor siempre: otra vez digo: Que os gocéis (Filipenses 4:4)

Todo estos textos bíblicos, escrito por inspiración divina, no están anotados aquí para que caigamos bajo el yugo de una religión, iglesia, denominación, pastor… sino para que sinceramente nos humillemos delante de Dios, buscando su guía y el apoyo del auténtico Espíritu Santo.

Podríamos agregar muchas citas bíblicas más… Te invitamos a que cuando leas tu Biblia lo hagas bajo una tal actitud humilde y pídele a Dios que te dé siempre el discernimiento necesario para no errar el blanco.

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