Una gélida noche en Zúrich, hace 490 años

21 de enero de 1525

Persecución de cristianos durante la Reforma

Grebel, Mantz y Cajacob practicaron el bautismo de creyentes y ratificaron su compromiso con el seguimiento a Cristo.

Autor: Carlos Martínez García, 17. 1. 2015

Afuera, la temperatura rondaba los cero grados centígrados; dentro de la casa ardían los corazones de los asistentes. Eso sucedió el 21 de enero de 1525, hace 490 años en Zúrich, Suiza.1* Las personas reunidas en la casa de Félix Mantz, uno de los líderes del grupo, sabían bien que pesaba sobre ellos una orden que prohibía congregarse en las casas para estudiar e interpretar la Biblia y efectuar actos como la Santa Cena.

El Concejo de Zúrich, partidario de las enseñanzas del reformador Ulrico Zwinglio, decretó el 18 de enero de 1525 que los niños y las niñas debían ser bautizados en el plazo de una semana. Esto implicó que Conrado Grebel, Félix Mantz, Jorge Cajacob y otros tomaran la decisión de no obedecer la citada ley, confrontándola con su entendimiento bíblico sobre el significado del bautismo.

Los disidentes de Zwinglio y las autoridades de la ciudad se congregaron para decidir qué hacer ante la ordenanza que los declaraba ilegales, y de continuar en rebeldía, serían encarcelados. Después de intercambiar opiniones sobre los pasos a dar, y conscientes de las represalias que iban a sufrir por ir en sentido contrario a las doctrinas de la simbiosis Iglesia-Estado en Zúrich, Jorge “Cajacob se puso de pie y, por el profundo amor que él sentía por Dios, y con plena conciencia y con fe, le pidió a Conrado [Grebel] que lo bautizara con el verdadero bautismo cristiano. Y cuando se arrodilló con esa súplica y ese deseo, Conrado lo bautizó, dado que en esos momentos no había ningún ministro ordenado que pudiera llevar a cabo semejante celebración. Después de haber hecho esto, los demás también desearon que Jorge [Cajacob] los bautizara de la misma manera. Y él bautizó a todos los que se lo pidieron. De esa manera, uno tras otro entregaron su vida al Señor, siendo muy temerosos de Dios. Cada uno de ellos confirmó al otro consagrándose al servicio del Evangelio, y comenzaron a enseñar y a conservar la fe. A partir de entonces, comenzaron a apartarse del mundo y de sus malas obras.”2*

Lo que realizaron esa noche, practicar el bautismo de creyentes y ahondar su idea del sacerdocio universal de los creyentes, fue el resultado de los descubrimientos que habían hecho años atrás, al estudiar la Biblia junto con Ulrico Zwinglio, quien había sido nombrado párroco en Zúrich en 1518. Él tenía influencias de Erasmo, y mediante el estudio bíblico, concluyó que las enseñanzas de la Iglesia Católica eran erróneas. En noviembre de 1522 renunció a su cargo sacerdotal y rompió con la Iglesia Romana. Tuvo el apoyo del Concejo de Zúrich e inició la reforma teológica y eclesiástica que llevó a constituir una Iglesia reformada, independiente del control de Roma.

Desde antes de su ruptura con Roma, Zwinglio auspició un grupo de estudio del que formaron parte Conrado Grebel, Félix Mantz y varios más. En sus lecturas bíblicas, Ulrico Zwinglio y sus discípulos concluyeron que la Iglesia Cristiana debía ser integrada solamente por creyentes que voluntariamente se adherían a ella. También concordaban en que la Iglesia debía ser independiente del Estado, y que éste no debía dictar las normas y creencias de las comunidades de fe.

Las diferencias entre Zwinglio y sus estudiantes más radicales surgieron porque consideraron que aquél retardaba la implementación de las reformas. Por su parte, Zwinglio los instaba a no precipitarse, a tener en cuenta que las circunstancias políticas de ese momento hacían imposible avanzar sin el apoyo del Concejo de Zúrich. Grebel, Mantz, Cajacob y Reublin, junto con otros, reclamaron a Zwinglio anteponer conveniencias políticas a los mandatos neotestamentarios. El enfrentamiento Zwinglio-radicales fue intensificándose.

En diciembre de 1524 Félix Mantz remitió una petición al Concejo para que organizara debates entre su anterior maestro y el grupo que lo criticaba. Para justificar la solicitud Mantz le adjuntó la petición de protesta y defensa, que trataba sobre el verdadero bautismo.3*

A mediados de ese diciembre hubo debates entre los “radicales” por una parte y Zwinglio y León Jud, por la otra. Al comenzar el siguiente año, el 10 y e1 17 de enero, las discusiones fueron entre Ulrico Zwinglio, asistido por Enrique Bullinger, y los radicales (Mantz, Grebel, Reublin y Cajacob).4* Dado el apoyo popular que iba ganando la causa de sus antiguos discípulos, Zwinglio consideró que ya no debía haber más encuentros. El Concejo de Zúrich respaldó la posición de Zwinglio y decretó que los disidentes fuesen desterrados si eran extranjeros, o llevados a la cárcel, en el caso de ser ciudadanos.

Solamente tres días después del decreto contra los que serían conocidos como “anabautistas” - ellos se llamaban a sí mismos hermanos en Cristo - decidieron bautizarse mutuamente. Así dieron inicio a un movimiento que se extendió por la geografía suiza y más allá. Al día siguiente de los bautismos en Zúrich, Conrado Grebel, Félix Mantz y Jorge Cajacob (apodado Blaurock por vestir un abrigo azul) revitalizaron al grupo de simpatizantes que tenían en Zollikon, un pueblo a ocho kilómetros de Zúrich. En la semana del 22 al 29 de enero de 1525 fueron bautizadas en Zollikon treinta y cinco personas. Además, el domingo 22 o lunes 23, Grebel condujo un servicio en la casa de Jacob Hottinger, durante el cual se compartió la Santa Cena.

Lo mismo aconteció repetidas veces en diversos hogares de Zollikon. Las reuniones en las casas comenzaban generalmente con lecturas de pasajes del Nuevo Testamento, sobre la Cena del Señor y luego se  explicaba el significado del texto leído. Después partían el pan, servían el vino y los compartían. Los participantes eran conscientes, según el testimonio de uno que lo vivió, de que al tomar la Cena del Señor se comprometían a vivir de acuerdo con las enseñanzas de Cristo.5*

Los tres principales participantes en los bautismos de aquella gélida noche en Zúrich padecieron persecuciones, castigos corporales, destierros y condenas en la cárcel. Conrado Grebel, quien bautizó a Jorge Cajacob, murió mientras huía de sus perseguidores, fue víctima de la peste del verano de 1526. Tenía menos de treinta años.6*

Félix Mantz, en cuya casa se bautizaron los unos a los otros los anteriores discípulos de Zwinglio, fue el primer anabautista ejecutado por las autoridades protestantes. Lo ahogaron en el río Limmat, en Zúrich, el 5 de enero de 1527, tenía 29 años.7* Jorge Cajacob, el primero en ser bautizado el 21 de enero de 1525, fue expulsado de Zúrich el mismo día de la ejecución de Mantz, pero antes los verdugos le propinaron varazos hasta que le sangró la espalda.

Cajacob recorrió varios cantones suizos predicando el anabautismo. Después se trasladó al territorio austríaco, donde continuó sus labores de evangelista, y ejerció el pastorado. Las autoridades de Innsbruck, bajo dominio católico, lo tomaron preso a mediados de agosto de 1529. El 6 de septiembre del mismo año fue quemado en la hoguera, cerca de Klausen (en la actualidad Chiusi, Italia). Tenía 38 años.8*

En una fría noche, el 21 de enero de 1525, hace 490 años, en compañía de otros, Grebel, Mantz y Cajacob practicaron el bautismo de creyentes y ratificaron su compromiso con el seguimiento de Cristo.

1* Juan Driver, La fe en la periferia de la historia. Una historia del pueblo cristiano desde la perspectiva de los movimientos de restauración y reforma radical, Ediciones Semilla-CLARA, Guatemala-Bogotá, 1997, p. 171.

2* George H. Williams, La Reforma radical, Fondo de Cultura Económica, México, 1983, p. 149.

3* Ibíd., p. 147.

4* Para un recuento de las posiciones de cada quien es indispensable la obra de John H. Yoder, Anabaptism and Reformation in Switzerland: An Historical and Theological Analysis of the Dialogues Between Anabaptists and Reformers, Pandora Press, 2004.

5* Fritz Blanke, Brothers in Christ. The history of the oldest Anabaptist congregation Zollikon, near Zurich, Switzerland, Wipf and Stock Publishers, Eugene, Oregon, 2005, pp. 23-24. Una versión novelada sobre los inicios de la congregación anabutista de Zollikon es la de Joseph Stoll, Fuego en las colinas de Zurich, Publicadores Lámpara y Luz, Farmington, New Mexico, 1999.

6* John L. Ruth, Conrad Grebel, Son of Zurich, Wipf and Stock Publishers, Eugene, Oregon, 1999, p. 139.

7* William R. Estep, Los anabaptista, revolucionarios del siglo XVI, Publicadora Lámpara y Luz, Farmington, New Mexico, 2008, pp. 55 y 59.

8* Ibíd., pp. 60 y 64.

Fuente: Protestante Digital; Redacción: VM-Ar- 25.1.2015

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Comentarios:

Este artículo es muy oportuno y muy interesante.
LAS COSAS MAS BÁSICAS SOBRE AQUELLA ÉPOCA Y LOS QUE SE CONVIRTIERON... SE OCULTAN, porque se busca la aprobación del mundo eclesiástico. Se habla de iglesia reformada y de ser herederos de la reforma, pero en la doctrina de los apóstoles no hay que reformar nada, la iglesia "reformada" es iglesia romana reformada. Los que solo se bautizan cuando creen renunciaron a Roma, y no se conformaron con una reforma, eso es la doctrina de los apóstoles, ciudadanía celestial.
DIOS LES BENDIGA – Victorio de España -27.1.2015

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