En Azerbaiján, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán (estas cuatro repúblicas formaban parte de la ex Unión Soviética) los cristianos son mal vistos. Los predicadores musulmanes presentan a los cristianos como brazos de una religión asociada al colonialismo occidental.

Muchas comunidades religiosas en Azerbaiján y Tayikistán aún no se han vuelto a registrar ante las autoridades, como es requerido por las nuevas y restrictivas leyes de religión, las que fueron establecidas en ambos países durante el año 2009, y por las cuales las comunidades religiosas que no se encuentran registradas hasta el 1ro de Enero de 2010, serán consideradas ilegales.
Hasta el 16 de diciembre, sólo alrededor de 100 comunidades religiosas, de las 534 que anteriormente estaban registradas en Azerbaiján, se han vuelto a registrar. Las nuevas enmiendas que se le han realizado a la ley de religión, exigen a las comunidades que presenten mucha más información cuando procedan a registrarse, o cuando deseen obtener aprobación para construir o reconstruir lugares de adoración. Una de las enmiendas adicionales incluye una prohibición de la venta de literatura religiosa en localidades que no están autorizadas, como también la prohibición de actividades religiosas fuera de la dirección que se encuentra registrada. Esto significa que no pueden hacer reuniones en casas particulares.
En Tayikistán, menos de la mitad de las comunidades religiosas del país se han vuelto a registrar. Esta ley de religión, altamente restrictiva, impone una censura estatal en todo lo que se refiere a literatura religiosa; exige la aprobación del estado para poder invitar extranjeros con el fin de realizar visitas religiosas en el país, o para ingresar al mismo para participar en algún evento religioso; y restringe además la educación religiosa de los niños. (Fuente: Forum18)

Oremos para que las autoridades en Azerbaiján y Tayikistán respeten la libertad de religión. 
Oremos para que los cristianos de la antigua república soviética se hagan eco de los sentimientos y palabras del apóstol Pedro, en el libro de los Hechos; y que estén determinados a obedecer a Dios sin importar lo que los hombres digan o hagan (Hechos 5:29).

Fuente: VM-Canadá 23 de Diciembre, 2009