En la genealogía de Adán y Eva podemos leer: “Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro” (Génesis 4:22). Mientras que los historiadores evolucionistas se refieren a las edades de la humanidad antes del nacimiento de Cristo con términos como la edad dePiedra, de Bronce y de Hierro, parece ser que la tecnología de los hombres de la antigüedad para trabajar el metal era mucho más sofisticada de lo que la mayoría de los científicos contemporáneos sugieren.

Y eso encuadra bien con lo que la Palabra de Dios, en Génesis 4, nos dice acerca de la historia humana. La revista Science Digest en su edición de abril 1957 nos da un ejemplo de esto. En la década de 1930 unos arqueólogos, realizando excavaciones en una pequeña ruina en las afueras deBagdad, descubrieron algo que se parecía mucho a una pila seca moderna.

El hallazgo fue analizado y un modelo similar fue construido por un ingeniero del Laboratorio de Alta Tensión de General Electric. El dispositivo resultó ser una batería eléctrica de celda húmeda con la capacidad de cubrir objetos de plata con una capa de oro.  Este descubrimiento es la primera muestra de la historia del uso industrial de la electricidad. Esta clase de baterías fue construida y utilizada por los plateros de Bagdad entre 250 y 224 años antes de Cristo. Era del tamaño de dos baterías para linternas modernas y estaba hecha de materiales similares a los que están en uso hoy en día, particularmente el cobre y la aleación de estaño y plomo para la soldadura, que ya eran comunes en el mundo antiguo.

Este descubrimiento, en realidad, hace imposible descartar los tempranos capítulos de Génesis como míticos. La imagen de una humanidad creativa e inteligente que nos presentan estos capítulos es cierta. Y el mensaje de la Biblia acerca de la necesidad de la humanidad de salvación por medio deCristo Jesús también es real.

Fuente: Creation Moments 9 de abril de 2012; Redacción: VM-Ar