Porque hay aún muchos contumaces, habladores de
vanidades, y engañadores de las almas, mayormente los que son de la
circuncisión,
A los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan
casas enteras; enseñando lo que no conviene, por torpe ganancia.
Dijo uno de ellos, propio profeta de ellos: Los
Cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.
Este testimonio es verdadero: por tanto, repréndelos
duramente, para que sean sanos en la fe,
No atendiendo á
fábulas judaicas, y á mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
Todas las cosas son limpias á los limpios; mas á los contaminados é infieles nada es limpio: antes su alma y conciencia están contaminadas.
Profésanse conocer á Dios; mas con los hechos lo
niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados para toda buena obra (Tito
1:10-6).