Los Dos Caminos

Escogiendo el Camino

Cuando comenzamos el viaje a un lugar que no conocemos, averiguamos la dirección exacta a donde queremos ir. Caminamos de manera atenta, con los ojos bien abiertos, y si notamos que estamos en el camino equivocado, damos media vuelta y buscamos el camino correcto.

Cada día tú y yo estarnos “viajando” por este mundo hacia la eternidad, a un destino que nunca tendrá fin y que no se podrá cambiar una vez que llegamos allí. ¿Sabes tú a dónde vas?

Nuestro Libro de Guía

Dios, en su amor y misericordia nos ha dado un Libro-Guia, la Biblia, que indica claramente el camino al cielo, sin la Biblia, andaríamos en oscuridad. Las citas dadas en este folleto son sacadas de este libro. "Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino" (Salmo 119:105).

El Camino Ancho

En este camino hay mucha gente. "Ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella" (Mateo 7:13).

La mayoría de las personas tienen los ojos cerrados. No saben, o bien no les importa, que están en el camino de perdición. "Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin son caminos de muerte" (Proverbios 14:12). "El dios de este siglo (el diablo) cegó los entendimientos de los incrédulos" (2 Corintios 4:4).

Las Cargas

La gente en este camino está cargada de pecado (ver nota abajo). "Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). No podemos ocultar ningún pecado delante de Dios. "El hombre mira lo que está delante de sus ojos, más Jehová mira el corazón" (1 Samuel 16:7). Las cargas están aseguradas con cadenas. Tú y yo no podemos deshacernos de un solo pecado por nuestros propios esfuerzos. La carga aumenta de peso mientras pasa el tiempo, y "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23).

El Relámpago

El juicio de Dios está representado por relámpago. "Está establecido a los hombres que mueran una vez, y después el juicio" (Hebreos 9:27). Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos y otro libro fue abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros según sus obras, y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego" (Apocalipsis 20:11,12 y 15).

El Fuego

Puesto que Dios es santo y justo, y el pecado es la infracción de Su Ley, tiene que haber castigo por el pecado. "Los malos serán trasladados al infierno, todas las gentes que se olvidan de Dios" (Salmo 9:17). Para llegar allí, no es necesario ser muy malo: basta olvidarse de Dios....

Pero Dios es también un Dios de amor. "No queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9). Dios no desea que nadie vaya al infierno. En su grande amor y compasión, El ha provisto un camino de escape para todos los que lo desean de verdad.

El Camino de Vida — el Salvador

Como nosotros no pudimos librarnos de nuestros pecados, ni del justo castigo por nuestros pecados, Dios nos ha provisto un Salvador. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). El Señor Jesucristo, siendo Dios, se hizo hombre, para poder morir como sacrificio por todos nosotros: a dar su vida divina e inocente, derramar su preciosa sangre, y sufrir el castigo por nuestros pecados.

Él permitió que hombres malvados le tomen preso. Ellos le escupieron, le azotaron hasta cubrir su espalda de heridas sangrientas; le pusieron una corona de espinas, y por fin le clavaron por sus manos y sus pies en una cruz, donde El quedó colgado en dolor y agonía. "El cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero" (1 Pedro 2:24). Murió por ti y por mí.

Su Resurrección

Después de tres días en el sepulcro, Cristo resucitó. Es un Salvador vivo, con toda potestad... en el cielo y en la tierra (S. Mateo 28:18). Ahora está a la diestra de Dios en el cielo. "Por lo cual puede también salvar eternamente a los que por El se acercan a Dios. Viviendo siempre para interceder por ellos" (Heb. 7:25).

El Cielo

Todos queremos ir algún día al cielo. El Señor Jesús dijo: "Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere, y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré (recibiré) a Mi mismo: para que donde Yo estoy, vosotros también estéis" (Juan 14:2,3).

Allí, "limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más: y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor.... Y allí no habrá más noche... porque el Señor Dios los alumbrará" (Apocalipsis 21:4 22:5).

Es un lugar santo. "No entrará en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero" (Apoc. 21:27).

Pero hay un solo camino al cielo. Dijo el Señor Jesús: "Yo soy el camino y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por Mi" (Juan 14:6). "Y en ningún otro hay salvación porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).

¿Cómo podemos entrar en el Camino al Cielo?

1. "Arrepentíos y creed en el evangelio" (Marcos 1:15). Arrepentirse es volverse del pecado a Dios.

2, Ven al Señor Jesucristo, tal como estás con tu carga de pecado, y pídele que te perdone. El dice: "Al que a Mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37). "Venid a Mí, todos los que estáis trabajados y cargados, que Yo os haré descansar" (Mateo 11:28).

3.                        Confía solamente en Él para tu salvación. "La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado" (1 Juan 1:7).

4.                Él te dará una vida nueva — la vida eterna. Dijo Cristo: "El que oye Mi palabra, y cree al que Me ha enviado, tiene vida eterna: y no vendrá a condenación mas pasó de muerte a vida" (Juan 5:24). "De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).

5. Tendrás paz y seguridad. "Justificados pues por la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 5:1).

"Y éste es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. "Estas cosas he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Juan 5:11-13).

Cómo vivir la Nueva Vida

Lee la Biblia. Ella es luz en nuestro camino y alimento para el alma. "Desead, como niños, recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud" (1 Pedro 2:2). Pide a Dios que te guíe en esta lectura por su Santo Espíritu.

1.                Acércate a Dios en oración cada día. "Por nada estéis afanosos; sino sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6,7).

2.                Habla a otros de Cristo. "Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuan grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo Él ha tenido misericordia de ti" (S. Marcos 5:19).

3.                En la tentación clama al Señor. "Porque en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los tentados" (Hebreos 2:18).

4.                Si caes en algún pecado. Confiésalo pronto a Dios. "Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad" (1 Juan 1:9).

5.                Procura reunirte con otros creyentes en el Señor Jesucristo. "Este es Mi mandamiento; Que os améis los unos a los otros, como Yo os he amado" (Juan 15:12).

6.                Obedece siempre a Dios. "El que Me ama, Mi Palabra guardará. (Juan 14:23).

7.                No tengas miedo, porque Cristo está contigo. El dijo: "No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13:5).

8.                Entrégate del todo al Señor Jesús. Permite que Él dirija tu vida según Su voluntad. Así encontrarás la felicidad.

El Señor Jesucristo es el único Salvador y es también el Salvador completo. No necesitas más que a Él. Fuente desconocida

¿Qué es pecado? El término griego utilizado en la Biblia para pecado es ἁμαρτία - hamartia y significa errar el blanco, refiriéndose a la acción de tirar una flecha al blanco. Por lo tanto, pecar no es simplemente - como nos han hecho creer - el acto ofensivo y negativo de transgredir los mandamientos de Dios, sino que es más bien no hacer lo positivo, lo bueno, lo correcto, lo agradable delante de Dios; es decir, pecar es precisamente no hacer la voluntad de Dios; o dicho de otra manera: pecar es no estar dentro de Su voluntad ni estar bajo la guía de Su Santo Espíritu. La correcta forma de acercarnos a Dio no debe ser querer escapar al castigo, sino simple- y profundamente querer de corazón estar dentro de la voluntad de Dios por el hecho de que Él me amó primero y que Él envió a Su hijo Jesucristo para mi salvación. Vea también la reflexión: Vivir Libres (del pecado).

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